Wednesday, July 23, 2008

Denuncian presuntos nexos entre paramilitares y multinacionales

El Espectador, 23 Julio 2008

Adolfo Pérez Esquivel, Nobel de Paz
El argentino Adolfo Pérez Esquivel (I), premio Nobel de la Paz de 1980, y el italiano Gianni Tognoni (D), secretario general de la Fundación Lelio Basso, en rueda de prensa celebrada en Bogotá.Foto: EFE

El Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), encabezado por Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz de 1980, emitirá su dictamen sobre la violación masiva a los derechos humanos de los indígenas en Colombia por parte de 43 multinacionales radicadas en el país.

El argentino Pérez Esquivel, quien asumió la presidencia de una audiencia del TPP, explicó junto con el secretario general de la Fundación Lelio Basso, el italiano Gianni Tognoni, que la denuncia será formulada luego de tres años de sesiones e investigaciones en las que participaron 1.700 jueces y conjueces de organizaciones representativas.

Según informaron, entre las empresas encausadas se encuentran Nestlé (Suiza); Coca Cola, Chiquita Brands, Drummond y Monsanto (Estados Unidos); la Anglo Gold Ashanti (República de Suráfrica); British Petroleum (Reino Unido); y las españolas Repsol YPF, Unión Fenosa, Endesa, Canal de Isabel II, Aguas de Barcelona y Telefónica.

Sobre ellas pesan cargos como el desplazamiento forzado de comunidades, vínculos con paramilitares responsables de asesinatos y masacres de sindicalistas, contaminación ambiental, violación de las patentes y de la soberanía territorial y energética de Colombia.

Para el jurado del TPP, elegido entre cien notables de prestigio internacional, los Estados implicados son también responsables por consentir los abusos de las trasnacionales mediante omisiones y concesiones, "privilegiando el capital financiero sobre la vida de los pueblos".
 
"Muchas empresas actúan con el consentimiento del Gobierno y actúan con total y absoluta impunidad", dijo Esquivel, quien añadió que "los Estados deben tomar medidas urgentes sobre esto porque ahí están las vidas de los pueblos, pero no sólo por el daño que se hace a los pueblos, sino también por el daño a la biodiversidad".
 
Para Esquivel, los Tratados de Libre Comercio representan la nueva "recolonización de los pueblos latinoamericanos" y suponen una pérdida indiscutible de la soberanía económica y alimentaria, además de errar en su calificación puesto que "de libre comercio no tienen nada".

El TPP convocó a embajadas y empresas para defenderse, pero de las 43 corporaciones sólo seis hicieron uso de la réplica, entre las que se encontraba la eléctrica española Unión Fenosa, quien ante las acusaciones de propiciar el desplazamiento de la población, contaminar e incitar la corrupción, aseguró acogerse a los estándares de buena conducta de "Global Compact".
 
Esquivel fue encarcelado durante la dictadura militar argentina en los años setenta y obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1980 por su lucha en favor de los derechos humanos y la promoción de los ideales de la no-violencia en América Latina.

El Tribunal Permanente de los Pueblos es un órgano de opinión influyente pero no vinculante, sucesor del "Tribunal Russell", creado por el matemático y filósofo americano para juzgar junto a intelectuales como Jean Paul Sartre los crímenes estadounidenses en la guerra de Vietnam.

Friday, July 18, 2008

Apareció en Ibagué el cuerpo de Guillermo Rivera Fúquene, militante del Polo Democrático

De desaparecido a asesinado

Por: Carolina Gutiérrez Torres
El presidente del Sindicato de Servicios Públicos de Bogotá desapareció el pasado 22 de abril en El Tunal. Este año han sido asesinados 24 dirigentes sindicales en todo el país, y en la capital han desaparecido dos.
Familia de Guillermo Rivera 
En la foto, Sonia Betancour Rojas, esposa de Rivera Fúquene, y Gabriela, la menor de sus hijas. Las dos encabezaron todas las marchas que se realizaron por su regreso. Foto: Oscar Pérez

El 22 de julio se cumplían tres meses de la desaparición del sindicalista Guillermo Rivera Fúquene, quien fue visto por última vez a una cuadra de su casa en el barrio El Tunal. Iba trotando para el gimnasio y acababa de dejar a su hija en la ruta del bus. El cuerpo de Rivera —presidente del Sindicato de Servicios Públicos de Bogotá— fue localizado en una fosa común, en Ibagué, en donde fue sepultado como NN días después de que Medicina Legal lo encontrara abandonado en un paraje solitario.

Según el concejal del Polo Democrático Jaime Caicedo Turriago, cercano a la familia, el martes pasado la esposa de Rivera, Sonia Betancour  Rojas, viajó hasta Ibagué para reconocer el cadáver que, hasta ese momento sospechaba, podría ser de su esposo. "Esta semana la Fiscalía ordenó una exhumación de un cuerpo que había sido sepultado el 28 de abril en Ibagué. Efectivamente,  era Guillermo Rivera. Entonces hicieron los trámites para traer el cuerpo a Bogotá. Ahora estamos haciendo gestiones para las exequias".

El cuerpo fue encontrado con signos de tortura. La familia y el concejal todavía no tienen detalles de la muerte. "No sabemos nada. Presumimos que lo llevaron hasta allí para matarlo. Nos extraña mucho que los sistemas de alertas de NN, reportados por la Fiscalía y Medicina Legal, hayan funcionado tan tarde. No entendemos por qué apenas podemos tener acceso a esa información. Estamos acongojados. Esto no sólo se trató de una retención arbitraria, sino de un asesinato muy bien montado", señaló.

La búsqueda

Sonia Betancour volvió a tener noticias de su esposo un día después de la desaparición. Eran las 11 de la mañana cuando

recibió una llamada del celular de Rivera. "Me puse tan nerviosa que no entendí muy bien lo que me decía". Sólo recuerda que le preguntaron, "¿habla la señora Sonia? Nosotros tenemos a Guillermo, él está bien". Después, ella, por efecto de los nervios o del ruido que se escuchaba al otro lado de la línea, entendió que le dijeron, "aliste dinero. No vaya a decir nada". "Repítame que no escucho nada, repítame", les suplicó. "Espere otra llamada", dijo un hombre de voz gruesa y colgó.

Luego de dos semanas el Gaula informaría que esa llamada provenía de San Martín, un municipio del Meta que estuvo bajo el dominio paramilitar y actualmente mantiene influencia de un grupo disidente al mando de Pedro Oliverio Guerrero, alias Cuchillo.

Mientras esperaba la llamada del hombre, que prometió volver a comunicarse con ella para acordar la recompensa por la libertad de su esposo, una vecina del barrio El Tunal se comunicó con Sonia Betancour. La mujer, que pidió no ser identificada, le dijo que había sido testigo de la desaparición forzada de Rivera. Contó que mientras el líder sindical trotaba por un parque del barrio, dos patrullas y cuatro motos de la Policía lo interceptaron. Un uniformado alto y corpulento lo detuvo. El sindicalista preguntó asustado: "Qué pasa, si yo vengo de dejar a mi niña en la ruta". "¿Cuál ruta, cuál ruta?", gritó el policía, lo esposó y lo subió bruscamente a la patrulla. Esa fue la última vez que lo vieron.

En estos últimos dos meses Sonia Betancour se dedicó a recorrer el barrio El Tunal, el centro, la Contraloría, y todos los sitios que Rivera frecuentaba, para indagar y dejar pegados en las paredes  afiches con la foto de su esposo y un título enorme que decía "Desaparecido".

Durante todo el proceso de investigación, Betancour siempre cuestionó la indiferencia de los entes de seguridad en el caso de su esposo. "Si ya saben que la llamada que me hicieron cuando desapareció mi esposo, provenía del Meta, ¿por qué no me llaman? ¿Por qué no envían un operativo a San Martín? ¿Cómo es posible que el Fiscal me llame y me pregunte '¿qué sabe de su esposo?' En vez de decirme, 'la investigación va en esto' ", le dijo el pasado 15 de mayo a El Espectador.

Finalmente, después de 85 días, la búsqueda  terminó. Sonia Betancour viajó hasta Ibagué por el cuerpo de su esposo, que fue velado ayer en la funeraria Los Olivos y hoy será sepultado.

Desde las 8:00 a.m. el Concejo de Bogotá le rendirá un homenaje al líder sindical.  Después, los cabildantes marcharán hasta la Contraloría, donde Rivera trabajaba, y luego acompañarán a Sonia Betancour y a las hijas de Rivera al cementerio.

Ya en otras ocasiones la familia de Rivera había liderado marchas por la liberación del sindicalista, en las que reclamaban: "Que nos lo devuelvan vivo, porque vivo se lo llevaron". Ahora es el concejal Fernando Rojas, vocero del Polo Democrático, quien dice eufórico: "Reclamamos la verdad de los hechos. Su misma familia tiene indicios de que fue interceptado por una patrulla de Policía en Ciudad Tunal".